Puede que sí. De acuerdo a la DGT, casi la mitad, el 43%, no lo hacemos bien. Los sistemas de retención infantil son imprescindibles porque son obligatorios y, sobre todo, porque proporcionan seguridad… pero sólo si los utilizamos correctamente. Asegúrate de que colocas bien la sillita porque marca la diferencia: 9 de cada 10 lesiones graves se pueden evitar.
Desde que anunciamos nuestro embarazo no han parado de aconsejarnos y obsequiarnos con información, a veces contradictoria, en todos los sentidos… que nos desborda: qué tenemos que comprar ya y qué dejar para después, qué es imprescindible y qué accesorio, qué modelo es el óptimo en cuanto a seguridad, comodidad y precio… ¿te suena? Cuando llega el bebé tenemos que estrenar un mundo nuevo, lleno de accesorios acompañados de gruesos manuales de instrucciones. Y, aunque los leamos, a la hora de la verdad, cuando subimos al bebé al coche, nos asalta la inseguridad: ¿lo estoy fijando bien? ¿en qué sentido lo coloco? ¿puede ir delante? ¿seguro que estoy usando la sillita del grupo que le corresponde? ¿cuándo le cambio de grupo?… ¿Te has hecho estas preguntas?
¿En qué me tengo que fijar cuando voy a comprar una sillita de seguridad?
Debes comprobar que está homologada (busca la etiqueta con la E, acompañada de un número y dentro de un círculo). A partir de ahí, tendrás que elegir el grupo y, en función e éste, decidir si la quieres de un solo grupo o evolutiva (sirve para más de un grupo). Es importante que te expliquen bien cómo se instala (sobre todo si se transforma para que la sillita evolucione) y si dispone de sistema de anclaje (y cómo funciona).
¿Qué grupo le corresponde?
Lo primero de todo, no te fíes de los tramos de edad, ya que son orientativos. Lo que marca la diferencia es la evolución del peso y de la altura.
Al salir del hospital puedes llevar a tu bebé en el capazo, una vez lo separes del carrito, y sujeto por el cinturón de seguridad a través de las guías que incorpora. También hay que sujetar al bebé con la cinta que hay en el capazo. Debe ir en el asiento trasero, ubicado de forma transversal, es decir, a lo largo. Estamos hablando del Grupo 0, el que corresponde a bebés de hasta 10 kilos.
El Grupo 0+ se refiere a los conocidos como “huevos” (que también se pueden fijar a la silla de paseo) y se usan entre los 0 y los 13 kilos (o hasta que le sobresalga la cabeza). Se tienen que colocar siempre en sentido contrario a la marcha, pero puedes elegir si lo sitúas en el asiento trasero o en el del copiloto (sólo si desactivas el airbag). Esa posición no se recomienda por seguridad, pero, por otra parte, os permite observaros. Atención, es importante que el asa esté bien colocada y el arnés correctamente fijado, sin holguras.
De los 9 a los 18 kilos corresponde el Grupo 1. Ahora ya van «sentados» y, en función del modelo, puedes elegir si les colocas en sentido contrario a la marcha o mirando hacia delante. Es importante que la sillita esté montada antes de poner al bebé y que el cinturón esté tirante. También que el arnés de la silla esté bien ajustado.
El Grupo 2 es para el tramo de 15 a 25 kilos de peso. Van en el sentido de la marcha y algunas sillitas ya no incorporan respaldo (en los asientos progresivos, éste respaldo es desmontable), aunque este elemento continúa siendo cómodo para viajes largos (por si se duermen). Si lo utilizas, regúlalo bien en altura. A partir de este grupo el asiento ya no incorpora arnés, por lo que el cinturón de seguridad es la única medida de retención, no debe ir suelto.
El Grupo 3 es básicamente un alzador, para que el cinturón de seguridad no sea peligroso para el niño/a por su altura, y es obligatorio hasta que miden 1 metro y 35 centímetros. Importante que el cinturón esté tenso. A partir de ahí pueden circular, como cualquier persona, sólo con el cinturón de seguridad, aunque se sigue recomendando, pero no es obligatorio, que se sienten detrás.
¿Dónde lo pongo?
Como ya te hemos explicado en cada punto, las opciones varían según el grupo. En todo caso, los estudios demuestran que el lugar más seguro, en caso de impacto frontal o lateral, es el asiento central trasero. Y, también, que es más seguro que viajen (aunque ya no fuera obligatorio) en el sentido contrario a la marcha, pero esta opción no la permiten todos los modelos.
¿Qué es el anclaje?
Los fabricantes ofrecen cada vez más seguridad, es decir, mecanismos de anclaje al vehículo que fijen el asiento al coche más allá del cinturón de seguridad. El sistema ISOFIX requiere que el coche esté preparado, es decir, que disponga de dos puntos de enganche entre el asiento y el respaldo (asegúrate de escuchar los dos “clicks”). Este sistema puede ser de sólo dos puntos, pero también puede ofrecer un tercer punto de anclaje (Top Tether) en la parte trasera del asiento. Y algunos fabricantes incorporan una pata de apoyo, desde la silla hasta el suelo del coche, para aumentar la estabilidad. Puedes verlos en este vídeo del RACE.
¿Cuál compro?
Buena pregunta. Te recomendamos que tengas en cuenta la seguridad y que compares. Aquí te dejamos los enlaces a dos comparadores que te ofrecen información de interés, el de la OCU y el del RACE, que participa en el Informe Europeo de los Sistemas de Retención Infantil.
¿Y si el coche es de alquiler?
No cambia nada. Por eso, la mayoría de las casas de alquiler te ofrecen la posibilidad de reservar el vehículo con un sistema de retención. En todo caso, asegúrate antes.
¿Tienes más dudas?
La DGT ofrece en su Web más información. Disponen de un estudio en el que se analizan los errores más comunes que se cometen. Además, te recomendamos que eches un vistazo a este folleto, con consejos de interés, especialmente sus “Reglas de Oro”, en las últimas páginas.
