Los frenos de un vehículo son un elemento fundamental para garantizar la seguridad de los usuarios de los coches. La diferencia que existe entre llevarlos en buen o mal estafo al circular a 120 kilómetros por hora, es una distancia de frenado de 20 metros, que haría inevitable chocar con otro coche o atropellar a alguien. Todos conocemos cuál es la importancia de llevarlos en buen estado, pero 1 de cada 5 coches circula por las carreteras con los frenos en mal estado.
¿Qué síntomas evidencian que los frenos están en mal estado?
El paso del tiempo afecta a todos y para nuestros frenos también. Es lógico que los frenos se vayan desgastando, por lo que hay que estar atentos a las señales que nos hace nuestro coche. Si el coche frena menos que antes es porque le queda poco líquido de frenos o que las pastillas y discos estén deteriorados.
Si el freno está más duro, frena poco o hay que ejercer mayor presión sobre él, pueden haber problemas en el servofreno. Las altas temperaturas pueden ser la causa ante este problema. Si el coche frena mal y además pierde líquido, puede deberse a un mal estado de la bomba de freno.
Por otra parte, si al frenar el coche, se va de lado, se debe comprobar la presión y el desgaste de los neumáticos. En caso de que esté todo correcto, se revisarán las pastillas de freno y el ajuste de los frenos. La avería también puede estar causada por una fuga de líquido o por una filtración de gasa entre la pastilla y el disco que impide una frenada efectiva.
¿Qué hago si fallan los frenos?
Antes de que esto ocurra, debes saber que tienes que ser precavido y llevar tu coche al taller si notas alguno de estos síntomas. Si lo revisas periódicamente, es muy extraño que circules con los frenos en mal estado, por lo que no descartes en absoluto esta opción.
Sin embargo, si ocurre es necesario realizar una serie de acciones. Lo que no debes hacer es perder los nervios, aunque resulte difícil. Asimismo, no tires del freno de mano de manera brusca y a gran velocidad ni apagues el motor. Si lo haces, podrías sufrir un accidente, debido a que las ruedas traseras se bloquean y el coche pierde el control. Si apagas el motor, se reducirá la velocidad, pero también dejará de funcionar la servodirección y girar será más complicado.
Lo que debe hacerse es dejar de acelerar y no perder de vista la carretera, además de activar las luces de emergencia. Asimismo, frena de forma intensa el freno para aumentar la presión en el circuito de freno si falla la bomba. Si el fallo continúa, opta por ir reduciendo las marchas.
Si vas notando que fallan, lo mejor es salir de la carretera y buscar un lugar de frenado de emergencia. Si no, opta por dirigirte al arcén para no molestar a los demás conductores i provocar accidentes.
Sin duda, lo mejor es la precaución, por lo que revisa periódicamente los elementos de tu vehículo y reducirás en un alto porcentaje tanto problemas en el coche como en tu seguridad.