Cada año el invierno no falla a su cita. A veces se retrasa unos días o nos sorprende antes de lo que estaba previsto pero el frío y la nieve forman parte de los paisajes de nuestro país. La imagen que tenemos de la nieve es tierna, familiar y casi emotiva pero para la conducción supone un contratiempo destacado. Las escenas de niños haciendo muñecos de nieve contrastan con las imágenes de conductores atrapados en carreteras heladas.

Viajar en invierno

Llega la Navidad y todos regresamos a nuestras casas a disfrutar de la familia. Al planificar nuestro viaje, tenemos que tener en cuenta varios factores. El depósito de gasolina debe estar Siempre lleno y el teléfono móvil debe estar preparado para realizar cualquier llamada de emergencia.

Para nuestro motor, el líquido anticongelante es imprescindible. Las bajas temperaturas provocan que nuestro motor sufra. Para que siga funcionando con absoluta normalidad, debemos revisar los niveles del líquido anticongelante. Debe elegirse un líquido que fluya con facilidad y que no sea viscoso, que tenga propiedades anticorrosivas y anti incrustantes y que tenga una baja temperatura de ebullición.

Los neumáticos, los zapatos de nuestro vehículo

Los neumáticos son la parte que permite al vehículo adherirse a la carretera. Los neumáticos all season son una buena alternativa si realizamos viajes habituales en invierno. Mantienen un buen rendimiento en situaciones difíciles y llevan certificación de invierno, lo que asegura su calidad. Por ende, las tradicionales cadenas encuentran en este tipo de neumáticos una buena alternativa.

Recuerda acudir a tu taller de confianza antes de realizar un viaje largo y mantén revisado tu vehículo permanentemente. Sigue las instrucciones del libro de mantenimiento de tu coche. Presta especial atención a la presión de los neumáticos y al estado de los frenos: líquido y pastillas. Son dos elementos que sufren el desgaste de manera determinante. Disfruta del viaje y respeta las normas de circulación.