Sin importar su grado de intensidad, las precipitaciones son un inconveniente con el que ningún conductor desea lidiar. Pero una vez que se presenta la lluvia, solo queda una opción a seguir: conducir con seguridad. Para lograr esto la prudencia juega un papel crucial y los faros junto a las escobillas complementan la fórmula que garantizarán tu seguridad. Pero por desgracia muchas personas dan por sentado la importancia de estos accesorios indispensables en todo vehículo.

Al reconocer que esta compañera de viaje puede presentarse en cualquier momento, ¿qué podemos hacer? Además de mantener en buen estado las diferentes partes de nuestro coche como las llantas, los faros y escobillas también deben mantenerse en óptimas condiciones.

¿Por qué tanta atención a estos instrumentos?

Estos elementos, aunque se les dé poca atención, son esenciales para mantener la visibilidad del camino. En el caso de los faros es doble su importancia, pues de presentarse la lluvia durante un viaje nocturno no solo tendremos un mayor rango de visión, sino que también evitaremos la fatiga al volante producto de la poca o baja visibilidad.

Las escobillas complementan este factor. Aunque tengamos buena iluminación, el efecto del agua en el parabrisas genera una disminución extra de visibilidad que ni siquiera los faros a toda su potencia pueden eliminar.

Si tienes la oportunidad de hacer mantenimiento y verificar el estado de limpieza de las escobillas, el parabrisas y la potencia máxima y mínima de los faros, ¡aprovéchala de inmediato! En particular dale atención a los faros, pues si su potencia no es suficiente, durante una lluvia nocturna pueden iluminar una distancia diferente a la que en realidad te encuentras, y esto es peligroso cuando tienes camiones o autobuses en sentido contrario.

Visítanos en cualquiera de nuestros talleres y te realizaremos el mantenimiento oportuno para garantizar tu seguridad. Ten en cuenta estos aspectos, maneja con prudencia y mantén la calma, con esto la lluvia solo será una situación casual y no un motivo de preocupación al conducir.